Por:
Jaqueline Anai López Aguilar
Maestría
en Relaciones Públicas y Publicidad,
Universidad
Autónoma de Durango Campus Zacatecas.
El comportamiento es un
espejo en el que cada uno muestra su imagen.
Johann Wolfgang Goethe
¿Que
el cuidado de nuestra imagen personal es una actitud de superficialidad? Esto
es falso, ya que tu perfil es el reflejo de tú presencia personal, pues
manifiesta públicamente como te ves en relación a los demás.
Es por eso que cada prenda habla de ti, desde el mínimo
detalle que uses, hasta el más exagerado.
Algunas personas creen que ocuparse de la combinación de
lo que visten, cómo se ven y cómo se comportan ante los demás, es algo muy
superficial, pero en realidad lo es todo, ya que en base a esto se va
construyendo tu imagen, esa imagen que hablara de ti, que será tu carta de
presentación.
¿Recuerdas algún regalo que te hayan dado, y como estaba
envuelto?
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Si estaba muy cuidado y de una manera novedosa y creativa, seguramente lo
abriste de una manera muy detallada, para no maltratar la envoltura.
Sin embargo, si venía en una simple caja o bolsa de papel,
sin ningún detalle o cuidado y quien te lo obsequió no se preocupó por ello,
te hace sentir poco importante y quizá ni le des la importancia que tiene.
Pues algo parecido sucede en el cuidado de la imagen, ya
que, al igual que con el regalo, cuando alguien te conoce espera que por
dentro seas como te ve por fuera y se decepciona si algo no coincide,
recuerda que tu imagen es la carta de presentación más importante.
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Una imagen descuidada nos señala una
persona con propio aprecio por sí mismo ya que el mundo
está hecho de percepciones, y más allá de enfocarse en lo caro de la ropa o
que la marca sea visible, lo verdaderamente importante es construir una
imagen positiva, que te ayude a llegar hasta donde quieres estar, todo va de
la mano, estar bien a refleja que estas bien en tú estado de ánimo y que así
pondrás empeño a lo que hagas o digas.
Lo que necesitas es ser congruente y lograr que los demás
te perciban positivamente. Es importante que las personas alcancen a ver lo
que vales por dentro, lo que tienes en la cabeza y lo que esperas de ti
mismo.
Esta cuestión tiene que ver con tu autoestima, porque es
la manera en la que proyectas seguridad. No esperes que te perciban como un
joven valioso o importante si tú no te preocupas por demostrarlo.
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De igual forma, de nada le servirá a un médico ser el
mejor en su rango, o saber la cura de alguna enfermedad si no es capaz de dar
credibilidad con su imagen, si este llega con el cabello largo y desarreglado
o con aretes en sus oídos, tal vez logre convencer a algunas personas que
crean en él y su descubrimiento pero muy probablemente si él no genera un
mensaje que encaje con su trayectoria o desempeño, nadie creerá en él o le
dará muy poca importancia.
Debemos
tener en cuenta que siempre la primera impresión es la más importante, así
que no se debe dejar de lado ningún detalle para mejorar nuestra imagen, sólo
debemos de engrandecerlos y encontrar la manera de ser lo más congruente
posible en todos los mensajes que demos con nuestro cuerpo, recuerda que una
imagen dice más que mil palabras.
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